Dolor lumbar: prevención y tratamiento de la manera correcta
El dolor lumbar es uno de los trastornos más comunes que afecta a millones de personas en todo el mundo.
Se manifiesta en la parte baja de la espalda y puede variar en intensidad desde una leve molestia hasta un dolor agudo y debilitante.
Dolor lumbar es una afección frecuente que puede derivar de diferentes factores.
Algunos de los más comunes son la tensión muscular, la postura incorrecta y los estilos de vida sedentarios.
Una solución eficaz para aliviar este tipo de dolor (además del descanso y el estiramiento diario) es la terapia de calor, que actúa relajando los músculos contraídos y mejorando la circulación sanguínea en la zona afectada.
Los síntomas del dolor lumbar
Los síntomas del dolor lumbar pueden limitarse a la zona lumbar o irradiarse hacia la pelvis, el abdomen y las piernas.
Además del dolor en la columna lumbar, durante la afección también pueden producirse alteraciones de la percepción sensorial.
Antes de que aparezca el dolor, suele notarse una reducción de la flexibilidad de la columna vertebral.
Los principales síntomas incluyen:
- Sensación de tirón o dolor intenso en la zona lumbar, que puede ser opresivo o lancinante.
- Dolor que se irradia hacia la cadera, la pelvis, los glúteos y las piernas.
- Picos de dolor en la parte baja de la espalda, especialmente al estornudar o al toser como hormigueo, cosquilleo, entumecimiento o, en los casos más graves, parálisis de las piernas.
- Dolor al hacer actividad física intensa o deportes.
- Sensación de tensión persistente en la espalda, incluso en posición supina.
- Sensación de bloqueo constante en la zona de las vértebras lumbares, incluida la articulación sacroilíaca.
- Movilidad limitada, con dificultad para inclinarse hacia adelante o arquear la espalda sin sentir dolor.
Dolor lumbar: más vale prevenir que curar
Antes de analizar métodos eficaces para el tratamiento del dolor lumbar, es importante recordar algunas buenas prácticas para prevenir este trastorno.
Para prevenir el dolor lumbar, es fundamental mantener una postura correcta, hacer ejercicio físico regularmente, evitar levantar pesos de forma incorrecta y adoptar hábitos saludables como una dieta equilibrada y un peso corporal adecuado.
Dolor lumbar y terapia de calor
Entrando en más detalle, la terapia de calor (es decir, la aplicación de calor en la zona lumbar) actúa en tres frentes principales:
- aumenta la circulación sanguínea;
- estimula el metabolismo de los tejidos, lo que favorece la reparación de los tejidos dañados;
- reduce la percepción del dolor.
Gracias al aumento del flujo sanguíneo, las células reciben más oxígeno y nutrientes, lo que acelera la eliminación de residuos y favorece la recuperación muscular.
Además, el calor activa los termorreceptores, que compiten con los estímulos dolorosos en la transmisión al cerebro, reduciendo así la intensidad del dolor percibido.
Esta terapia está indicada para dolores musculares y articulares no específicos, causados por tensiones, esfuerzos excesivos, distensiones, esguinces u osteoartritis.
Sin embargo, no es adecuada para las inflamaciones agudas, en las que se prefiere el frío para reducir los edemas y el dolor.
Dispo Hot, una solución cómoda para aliviar el dolor lumbar
En caso de dolor lumbar, como se ha mencionado, la terapia de calor resulta ideal.
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Colocar la bolsa en la zona lumbar, donde se origina el problema, es una solución rápida y eficaz para aliviar el dolor causado por el trastorno tratado.